Cómo conseguir un préstamo sin aval ni nómina

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Obtener un préstamo es la opción más natural y recurrente para toda persona que afronte un problema de liquidez es acudir a su entidad bancaria habitual. Los requisitos que solicita la banca tradicional para la concesión de un crédito son comunes: primero, ser mayor de edad y segundo, ser capaz de demostrar algún tipo de ingreso regular que permita hacer frente al pago de la deuda.  Además de esto, en tercer lugar la entidad procederá a comprobar que el solicitante tenga un currículo crediticio limpio. Esto significa, por ejemplo, que en el pasado no haya incumplido con obligaciones financieras o que no haya estado listado en algún fichero de morosos. En el caso de no tener nómina u otra forma de demostrar ingresos periódicos, el banco requerirá también aportar otro tipo de aval o documentación (activos financieros, bienes inmuebles o un avalista externo) que acredite la posibilidad de afrontar el pago de las cuotas del préstamo.

Toda esta lista de requisitos y burocracias deja de antemano a un gran público fuera de este sistema de financiación. Además, en el caso de necesitar solo una suma baja de dinero de manera urgente para afrontar un gasto inesperado, incluso cumpliendo con los mencionados requisitos hay quien prefiere evitarse semejante tedio administrativo. En estos dos nichos de mercado, y desde la llegada de la crisis a España, es donde  el mini crédito se ha hecho fuerte como alternativa de financiación rápida. Los mini créditos, o créditos rápidos, son préstamos de cantidades pequeñas, normalmente de entre 100 y 800 euros. En los últimos años, han surgido numerosas entidades privadas  dedicadas al préstamo de estas modestas sumas de dinero ofreciendo al solicitante pocos requisitos y una alta flexibilidad.

El éxito de este nuevo modelo de financiación radica también en las comodidades que ofrece y la rapidez del préstamo con la que se materializa: el proceso se completa 100% por Internet, sin tener que trasladarse a ningún lugar ni hablar con ningún interlocutor. En el caso de una verdadera urgencia, algunas empresas son capaces de poner a disposición del cliente el dinero incluso en muy pocos minutos. Sin embargo, como con cualquier otro préstamo, es necesario conocer las implicaciones y la letra pequeña del producto en detalle para beneficiarse de sus bondades y no salir perjudicado.

Es aconsejable recurrir a estas empresas de créditos rápidos solo en determinados casos y siguiendo algunos consejos. El primero es enfrentarse a la necesidad de dinero para un fin urgente y muy concreto y no como modo de financiar gastos superfluos. Aunque las condiciones del crédito dependen de la entidad elegida, en la mayoría de los casos el plazo para devolver el dinero es de unos 30 días con un interés diario de alrededor del 1%. En caso de impago, los costes de demora suelen ser bastante altos, por lo que es importante analizar la aptitud para saldar la deuda en los plazos establecidos. De lo contrario, el solicitante puede verse inmerso en un bucle de endeudamiento con consecuencias nefastas para su credibilidad financiera y sin tener la posibilidad de solicitar otro crédito en el futuro.

La regulación en España al respecto de estas empresas está aún gestándose. Aunque el Banco Nacional de España todavía no regula la actividad, sí que existe un organismo nacido con la intención de ofrecer garantías a los usuarios de los mini créditos. La mayoría de empresas de este tipo están afiliadas a AEMIP (Asociación Española de Micropréstamos). Esta corporación ha creado también un Código de Buenas Prácticas que incluye condiciones estandarizadas generales bajo las que operar para este tipo de entidades en España.